jueves, 30 de octubre de 2008

En Marcha




Las políticas públicas respecto al alcance de los alimentos básicos para el consumo diario de las familias mexicanas, se encuentran limitadas, especialmente para el grueso de la población en situación vulnerable, sin embargo, el gobierno federal aún no realiza efectivas medidas que permitan a los ciudadanos adquirir productos sanos, frescos e indispensables.
La crisis alimentaria es una situación que "ya se veía venir" desde antes del 2007, debido a la situación que se vive en el campo mexicano y al aumento de la importación de productos, originada por pretextos como que es más barata la cosecha extranjera que la propia, ante el aumento considerable a los insumos agrícolas.
La crisis de los precios de los alimentos en el mundo será prolongada, por lo que es necesario redoblar el apoyo a los países más pobres y vulnerables. "Los datos duros están en los índices tanto michoacanos como mexicanos, la gente no puede acceder a los productos básicos, ya que han perdido el poder de compra; en Michoacán la gente disminuyó esta capacidad hasta un 70 por ciento y el decremento va en picada, mientras el aumento a los precios sigue, las políticas federales continúan con tendencias a las importaciones de alimentos y la sociedad hace cualquier cosa por vivir mejor".
Las importaciones de granos y carnes que gradualmente se han generado, indudablemente es ante la falta de "blindaje" al agro mexicano, es decir, por años las autoridades, organizaciones civiles e intergubernamentales, no protegieron, cuidaron ni practicaron el derecho al consumo básico, más bien manifestaron su arbitrariedad general al violar sistemáticamente los "candados" legales que se tenían para ello, tal y como se ejemplificó durante el año de 1996 en la Cumbre Mundial sobre la Alimentación, donde se estimó que 830 millones de personas pasaban hambre en el mundo. Cifra que cada vez ha sido rebasada por distintas situaciones en el mundo, pero en México el número de pobres cada vez aumenta, es decir, por lo menos el 50 por ciento de los michoacanos se encuentran en pobreza y otra tercera parte en extrema pobreza, quienes han perdido el poder adquisitivo en productos alimenticios primordiales en la dieta del mexicano.
En México se utiliza el ingreso de las familias para calcular la medición de la inflación, por tanto el responsable de ello es el Banco de México (Banxico), el que agrupa a 80 productos de la canasta básica y los compara con el ingreso-gasto de los núcleos promedio del país.
Debido a la crisis alimentaria (registrada por el grado de inflación en los productos básicos) entre 2004 y 2005, 1.6 millones de mexicanos se hundieron en la pobreza sustentaria, la cual se remite exclusivamente a la falta de recursos para cubrir sus necesidades primordiales, ello con base a un estudio del Instituto de Desarrollo Sustentable y Equidad Social de la Universidad Iberoamericana.
Durante los años 2007-2008 se ha tenido un alza a los precios de los alimentos, provocando una crisis alimentaria en las regiones más pobres, además de inestabilidad política y disturbios sociales, como en África, "las futuras guerras serán por tener alimentos y agua, la amenaza es el saqueo que puedan sufrir los países con potencial en recursos naturales como el nuestro".

Acceso a los alimentos

El número de pobres en territorio nacional va en aumento, por tanto no tienen acceso ni a la mitad de los productos básicos. El "casi morir de hambre" los obliga a emigrar, abandonar sus estudios y hasta delinquir, forzando a los gobiernos estatales y federal "buscar" políticas públicas que permitan apoyar a los ciudadanos en sus peores crisis.
Sin embargo esas políticas, estrategias de ayuda y acomodo no llegan, no se hacen presentes, las despensas son para unos cuantos mientras tanto los más de 4 millones de michoacanos registrados ante el Consejo Estatal de Población (Coespo), siguen engrosando a pasos acelerados los cinturones de miseria y marginación, información obtenida de la Coordinación Ciudadana Para la Gestión Social y Participación Política, A.C. Por tal motivo grupos civiles como el citado se han manifestado ante las autoridades de los tres niveles de gobierno (aun cuando saben que no son quienes venden los productos básicos), pero sí pueden mejorar la situación de los ciudadanos, apoyando al campo y mejorando el salario mínimo de los obreros, el cual tiene un diminuto margen de aumento; un 4 por ciento a partir del 1 día de enero, siendo éste de 49.50, en Michoacán, al ser la zona "C".
Lo anterior y el aumento a los precios, son los principales factores que no permiten acceder a los productos de primera necesidad, que aun cuando son sencillos su aporte nutricional es enorme para la dieta del mexicano, como es el huevo, arroz, frijol, maíz, tortilla, grasas vegetales y animales, leche o pan, en donde incluyen una vez por semana carne roja o blanca, frutas y verduras como el jitomate que lo han sustituido en gran porcentaje por saborizantes artificiales. Ante las precarias condiciones en que se encuentran los habitantes, se requiere que haya una organización generalizada entre los ciudadanos, para seguir enfrentando la grave crisis económica que desde hace varios años han vivido y que se agravó con el trance alimentario, propiciado por malas cosechas en varias partes de la región, estado, país y el mundo, aunado a un clima afectado por el daño al ambiente.

Las políticas alimentarias

El presidente de México, Felipe Calderón, acordó con representantes industriales, la congelación de los precios de más de 150 alimentos básicos hasta final de 2008, aunque ya subieron los precios. La medida se lleva a cabo en un intento por frenar la inflación, que en el último mes se situó en el 4.95 puntos porcentuales en tasa interanual, el máximo desde diciembre de 2004. Productos básicos como café, sardinas, atún, aceite, sopa o té, entre otros, mantendrán sus precios hasta el 31 de diciembre. Así lo acordaron el gobierno federal y los integrantes de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) para enfrentar la crisis de los alimentos a nivel internacional y controlar la inflación.

México, la gasolina más cara del mundo

Noruega tiene la gasolina más cara del mundo, los automovilistas pagan el equivalente a $17.29 por un litro. Es una bendición que los mexicanos la podamos adquirir a $7.38, aun con el flamazo que aplicó el gobierno calderonista, lo que vendría a abonar la afirmación del joven secretario de Economía, Gerardo Ruiz Mateos, de que la nuestra es la más barata del planeta y sus alrededores. Las apariencias son engañosas. Tenemos que considerar el poder de compra del consumidor. En Noruega el salario promedio mensual es de 62 mil pesos, mientras que en nuestro país la mayoría de los afiliados al IMSS percibe un ingreso de tres salarios mínimos o menos, es decir, igual o debajo de $4 mil 500. Allá la gasolina cuesta un poco más del doble que aquí, pero la diferencia de sueldos es abismal. Un jefe de familia noruego gana lo que 14 mexicanos. México tiene la gasolina más cara del mundo.

Ganga

Los venezolanos pagan la gasolina de veras más barata: 33 centavos el litro (ya revisada la conversión de bolívares fuertes y dólares estadounidenses). Cuesta menos que una botella de agua (9 pesos) y un litro de leche (10). Pero no es el único país donde su precio es muy accesible. Casi todos los productores de petróleo comparten la riqueza con el pueblo poniendo a su alcance combustibles a bajo precio. En México vamos al revés. Hoy, por tercera ocasión en los días transcurridos de octubre, el gobierno federal determinó la aplicación de una nueva alza: 5 centavos al diesel, 4 a la Premium y 3 a la Magna. Re calculen su presupuesto: la Magna vale ahora $7.38, la Premium $9.21, y el diesel $6.58. Parece que es un tema que no tiene relación, pero el Banco de México ha venido subiendo la tasa de interés; de inmediato repercutió en las tarjetas de crédito: oscila entre 40 y 50 por ciento anual y en algunas se ha disparado al 70. Lo que el gobierno está haciendo -sigilosamente- es someternos a una política shock: desata la inflación y mantiene congelados los salarios. Se los voy a decir de otro modo: los políticos ya decidieron que esta nueva crisis sin devaluación la apechugue exclusivamente la población. El presupuesto que presentará al Congreso, el secretario de Hacienda, Agustín Carstens, roza los 3 millones de millones de pesos, es el más alto de la historia, el horno de nuevas fortunas privadas. La clase política pripánica no va a sacrificar ni un celular. Gobierno rico, pueblo empobrecido.

Megafobaproa a la americana

Aunque no usa la palabra nacionalización, el gobierno del presidente Bush anunció su decisión de tomar el control total de las dos mayores hipotecarias: Fannie Mae y Freddie Mac. Es un megafobaproa con algunas diferencias: 1) Washington asume el manejo de las empresas, no les compra las deudas incobrables y las deja en manos privadas, como sucedió en México. 2) Uno de sus objetivos es que las familias no sigan perdiendo sus casas. Aquí ferozmente las despojaron.

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