jueves, 13 de noviembre de 2008

La transformación educativa, sólo con maestros sin problemas de salud mental

Alfredo Martínez Martiñón

Especialista dice que la ACE deja de lado la realidad de las escuelas y el malestar docente

José Antonio Lara Peinado.
Licenciado en Educación y Doctor en Psicoanálisis


Tras calificar a la Alianza por la Calidad de la Educación (ACE) como una farsa, dictada según los lineamientos neoliberales, hoy en crisis, el especialista en temas de salud mental en el magisterio, José Antonio Lara Peinado, instó a los maestros frente a grupo a primero estar bien con ellos mismos y sus familias antes de impartir la instrucción a sus alumnos, pues sólo así podrán construir la transformación educativa.

Autor del libro “El mal-estar docente”, un estudio psicoanalítico de la salud mental de los maestros, que recaba testimonios y experiencias a lo largo de diez años de investigación por escuelas urbanas, semi-urbanas y rurales de todas las entidades de nuestro país, expresó que la ACE tiene una lógica administrativa que pasa por lo observable, lo medible y lo cuantificable; pero no atiende la enfermedad, sólo los síntomas.

Por si fuera poco, agregó, deja de lado los problemas primarios de los directamente involucrados en el sector -docentes, estudiantes y padres de familia-, a quienes les toca padecer desempleo, falta de alimentación y otros satisfactores básicos, con los cuales resulta difícil impartir clases, aprender las lecciones y sufragar los costos de la educación, en el caso de las cabezas familiares.

“Mientras el proyecto educativo de este país no parta de la colectividad, desde el compañero docente que está frente a los grupos, porque son los que saben, vamos a estar incrementando el mal-estar docente de los compañeros”, refirió al ofrecer la conferencia magistral “La ACE y su impacto en el mal-estar docente” el pasado jueves 6 en el patio central de la Secretaría de Educación en el Estado (SEE), organizada por la Sección XVIII del SNTE, y el Cedeprom de Morelia.

Con licenciatura en Educación por la Unidad Pedagógica de Ecatepec, México -dio clases en el nivel básico durante 15 años-, y doctorado en Psicoanálisis, Lara Peinado participa en espacios como “Diálogos en confianza” del Canal 11 del Instituto Politécnico Nacional, y el programa radiofónico de Jorge Saldaña “Aquí entre nos”, en ABC radio (760 kilohertz de AM), con asuntos de educación, y salud mental. Además ha sido articulista en La Jornada, escribiendo acerca del perfil mental de la gente en el poder.

Su libro, aparecido el año pasado, documenta la realidad de los profesores frente a grupo, misma que se olvida en los proyectos educativos oficiales, incluida la denominada ACE, firmada el pasado Día del Maestro por Felipe Calderón Hinojosa y Elba Esther Gordillo Morales, autoimpuesta como presidenta nacional del SNTE por tiempo indefinido.

Por ejemplo, cita el testimonio de una maestra sobre los Talleres Generales de Actualización (TGA), impartidos previo a cada arranque de los ciclos escolares:
“La verdad no sé para qué nos hacen venir, siempre las mismas babosadas, cursos y cursos que a la hora de operarlos en las aulas no nos sirven. La gente que da los cursos cree que uno trabaja en lugares limpios, con 20 niños, buen mobiliario, material adecuado, buena ventilación, niños bien comidos. A ver, yo quisiera que se vinieran a implementar lo que dicen, en mi salón, donde tengo 60 alumnos y 45 bancas, poca ventilación. Había usted de ver después del receso, del puro olor los niños comienzan a dormirse, a veces por esto, a veces por anemia. Hojas de papel no hay, el pizarrón ya no sirve. A ver, yo quisiera que esos que dan los cursos, primero vinieran a darnos una clase muestra en estas condiciones”.

Más de la vida cotidiana en los salones escolares donde, indicó, los directores tienen espacio para estacionar sus vehículos, comer tranquilos e ir al baño en forma privada, mientras los maestros carecen de lugar donde dejar sus automóviles, y hasta de reunirse a dialogar o a probar sus alimentos.

Profesoras embarazadas que deben subir tres o cuatro pisos, y cuando dicen que se sienten mal, el director les responde, “dónde está su incapacidad, maestra”, es otro de los casos sufridos por estos profesionistas.

“Y de pronto la famosa Alianza por la Calidad de la Educación desconoce la cotidianidad de lo que pasa en las escuelas, porque nunca han estado en las escuelas, porque no han estado dentro de los salones de clase, porque han dejado de pensar en el docente. Tienen una lógica administrativa que pasa por lo observable, lo medible y lo cuantificable”, enfatizó el conferencista.

Ante trabajadores de la educación de Michoacán, dio a conocer algunos datos de su investigación que reflejan el malestar docente, en el caso específico de las mujeres: Dos de cada tres compañeras maestras aceptan tener una relación disfuncional, es decir, tienen parejas que las maltratan; dos de cada tres han sido maltratadas verbalmente; una de cada tres ha sido lastimada físicamente; dos de cada tres viven con una pareja alcohólica; dos de cada tres han presentado un estado depresivo menor; dos de cada tres al menos una vez han tomado antidepresivos; dos de cada tres presentan un alcoholismo temprano, “que ha estado en aumento porque viven un estrés tan brutal dentro de una institución que de pronto pareciera el alcohol ser una especie de escape”.

Respecto a los varones enlistó: Dos de cada tres compañeros maestros aceptan haber golpeado alguna vez a su esposa; dos de cada tres son alcohólicos; dos de cada tres tienen eyaculación precoz; dos de cada tres son obsesivos; dos de cada tres aceptan haber dicho ofensas verbales a los alumnos; dos de cada tres aceptan haber dado alguna vez golpes; y dos de cada tres aceptan sentirse satisfechos con su vida.

Entonces se cuestionó: “¿Quién se está preocupando de esto? ¿Quién lo está atendiendo? ¿Quién está dando una mirada profunda de nuestro acontecer real, no del optimismo barato que pide hacer más con menos, del estilo de Miguel Ángel Cornejo o de vuela sobre el pantano. Nadie nos habla de esta realidad; no hay a nivel nacional un curso o taller que esté atendiendo esto”.

Subrayó que muchos docentes han dejado de preocuparse por ellos mismos, y las cifras ofrecidas pueden incrementarse si continúa el mismo modelo educativo, el cual también provoca las pugnas entre mismos compañeros de escuela, y la tendencia a la neurosis.
En este sentido, invitó a los profesores a rescatar los espacios de discusión y análisis de la problemática de sus correspondientes escuelas, o sea los colectivos, donde se atiendan las causas de desintegración familiar, deserción, alcoholismo, entre otras, y buscar solucionarlas.

Pero igual, a no actuar “a favor del sistema” con aplicar el racismo en sus salones, agredir verbalmente a los estudiantes, hacerles sentir que son los subordinados o dejarles ensayos kilométricos que después ellos mismos no leerán. En el mismo ámbito sindical, aseveró, se hace con aprovechar algún movimiento para dejar de asistir a dar clases, aunque tampoco ir a las acciones de lucha.

Se cuestionó que existen mentores sin probar alimentos y cómo eso no lo dicen en la televisión. “Dicen, el maestro no fue a dar clases, y por qué no dicen, el maestro le dio su desayuno al niño para que éste comiera; hay maestros que se quitan la chamarra para dársela a un niño, porque todavía pasa, y por qué no lo dicen. O cuando ya va de salida para recoger a su hijo, se acerca un alumno y le dice que tiene problemas, y el maestro lo escucha aunque no sea su hijo. Y quién le paga al maestro esa cuestión emocional que carga, por qué no dicen eso también”.

Su libro “El mal-estar docente” concluye “que un maestro que no está bien consigo mismo, con su familia, que no es feliz, no puede ejercer la docencia. Preocúpense por sus familias, partamos desde nuestra propia casa”, matizó.

Y exhortó: “Yo les invito al discurso del nosotros primero, para luego partir al discurso de los otros. Cuando estemos bien con nosotros mismos, con nuestras familias, tengamos una salud mental, después entonces sí armemos lo que sigue, la transformación, pero no puede haber transformación si no me he transformado yo. No puede haber transformación si voy y le grito a mi esposa, cómo puedo hablar de libertad, si como maestra tengo relación con un tipo que me lastima. No podemos empezar de esa manera, tenemos que estar bien nosotros, y eso sí nos compete a nosotros”.

¿Quiénes son los flojos?

Los maestros frente a grupo, afirmó, son lo más endeble que hay en el sistema educativo y el síntoma de la situación real de la república. Frente a esa situación, pidió a los docentes que no escuchen cuando los tachan de flojos, “porque la gente se proyecta”, y se refirió de manera concreta a los medios de comunicación Televisa y TV Azteca.

“Habría que preguntarles a ellos quiénes son los flojos, porque ellos lucran con el dolor, tan es así que ahí donde ha muerto una persona van con el micrófono en la mano y le dicen, ‘dígame qué pasó’, y la señora está llorando, y dicen ‘¿perdió todo, verdad señora?’, y ellos ponen su cara compungida en la televisión”.

Abundó sobre la incongruencia del duopolio televisivo, pues mientras habla de valores tiene programas donde se mofa de la gente pobre, utiliza a la mujer como artículo de consumo, y entonces cómo pueden hablar de la ACE si no está cuestionando el contenido televisivo. “Habría honestidad cuando hablaran de la Alianza por la Calidad de la Educación y estuvieran cuestionando las porquerías que presentan en televisión”, remarcó.

Precisamente puntualizó que mientras los programas de esas cadenas televisivas, incluyendo sus noticieros y talk shows, así como las revistas tipo TV Novelas o TV Notas, sean nuestros principales referentes, no tendremos la capacidad de cuestionar este modelo actual en el caso de la educación

Buena asistencia a la conferencia convocada por la Sección XVIII

Un principio, dijo, sería interrogar a las autoridades respectivas que si en lugar de llevar la infraestructura en aulas, como lo plantea la ACE, por qué no ver por el mejoramiento de las familias primero, si el padre tiene empleo o salario suficiente para satisfacer las demandas primordiales, pues eso redundará en el desenvolvimiento óptimo o no de los alumnos.

Igual cuestionar desde los conceptos de calidad educativa, en qué se basan, y buscar darle un sentido pedagógico, no empresarial. También preguntar por qué la ausencia de la atención a la salud mental de los profesores en su acuerdo educativo, y la inequidad en la aplicación de exámenes a jóvenes, desde el sector privado vía Ceneval, cuando muchos viajan de lugares apartados y por la falta de dinero no comen y aún así se presentan a la prueba, en desventaja con otros muchachos.

Por qué se abandona la identidad nacional a favor de la enseñanza del inglés desde preescolar, pero no se instruye el náhuatl, purépecha o tzotzil, parte de nuestras raíces, es otra pregunta que debemos hacer, remarca José Antonio Lara.

Tal parece que quieren “agringar” más al país, lamentó, lo cual se observa con las miles de cadenas Mc Donalds, o en el hecho de conocer al Pato Donald, e ignorar el significado del nombre de México (En el centro del ombligo del maguey o de la luna, aportó). “Desde hace muchos años hay una política que nos aleja de la identidad. Tenemos que alfabetizarnos de la parte política-social de este país”, propuso.

Y postuló que debemos recuperar los cuatro valores básicos legados de las culturas indígenas, desechados en la alianza educativa de Calderón y Gordillo. En el caso de la Azteca, el valor y la osadía; la Maya, el valor del saber; la Olmeca, el de la transformación; y la Zapoteca, el del amor y respeto al prójimo.

Farsa

Más adelante, manifestó que la ACE es una farsa, pues de un lado la firma “una mujer que representa los elementos más oscuros que ha tenido nuestra política”, o sea Elba Esther Gordillo, y de la otra parte quienes representan “el club del optimismo y la llegada de los tecnócratas y de los administradores” al campo educativo.

Otro factor de esta farsa es que evalúan a los docentes frente a grupo, pero no se aplica a las autoridades del ramo. Cuestionan las plazas de los maestros, mas no las que ellas tienen. A los profesores hay que removerlos, a los directores, secretarios, supervisores, nadie los puede quitar.

Explicó que la ACE se construye desde presupuestos neoliberales, doctrina económica hoy en crisis, sustentada en la explotación de los pobres, y ejemplificó con los productores de café en Chiapas, cuya venta del kilo del aromatizante crudo la dan a 3.50 pesos, mientras en restaurantes de cadenas trasnacionales la taza la ofertan hasta en 25 pesos.

“El neoliberalismo ha fracasado, ¿por qué tenemos que basarnos en esa política, entonces? Es un error, por eso tenemos que voltear a nosotros, a los compañeros maestros. Es muy importante que ustedes empiecen a construir las propuestas”, delineó el especialista en su plática en la capital michoacana.

Un propósito más de la “Alianza por la Calidad de la Educación” es el de formar a los alumnos para la vida y el trabajo; es decir, facilitarles las competencias para incorporarse lo más pronto al ámbito laboral, y “sean presa fácil de los Wal Mart” donde, sostuvo Lara Peinado, los enajenan en el sentido de que son los mejores empleados, pero sus sueldos son bajos de acuerdo a las horas laboradas. Lo mismo en las pizzerías trasnacionales, con jóvenes arriesgando su vida por la entrega rápida en motocicletas, sin ninguna garantía de atención en caso de accidentes, cuando deberían estar estudiando.

También la “modernización de la infraestructura” escolar, entendida ésta como llevar computadoras al ampliar la cobertura en planteles del país; sin embargo, subrayó el Doctor en Psicoanálisis, nada va a sustituir al maestro frente a grupo, y se puede ver en el caso de Preescolar donde muchas veces el niño le llama mamá a su educadora.

Y la profesionalización de los maestros, siguiendo los criterios como Carrera Magisterial, de si sus alumnos pasan una prueba, son promovidos de fase, en caso contrario no; y más exámenes de “evaluación” para poder facilitarles computadoras, por ejemplo.
“Entonces qué fácil es decir necesitamos maestros bien preparados, órale pues, pero también los maestros requieren secretarios de educación bien preparados. Estamos en el derecho de poder exigir esto, igual en evaluar a las estructuras de arriba, ¿por qué nada más a nosotros? Aparte los maestros siempre están en evaluaciones, que no me vengan con el cuento de que no los han evaluado”, mencionó.

“Pareciera ser que en las escuelas el sector docente no es el que está construyendo el aprendizaje sino el que está cumpliendo con cuestiones de orden administrativo. Todo eso tenemos que cuestionarlo porque nos han secuestrado el discurso pedagógico, las autoridades están hablando de cuestiones educativas como si fueran empresarios. Hablan de calidad, de competencias, de liderazgo, y esta sandez de la educación financiera en las escuelas como si los mexicanos pudiésemos tener diez pesos para ahorrar”, apuntó.

Sobre el último punto, informó que en algunos planteles educativos del país existe la materia de “Cuestión Financiera”, para que los niños aprendan a manejar tarjetas de crédito, preparándolos a echarse compromisos de endeudarse con los voraces bancos, en otra forma dentro de la lógica tecnócrata-neoliberal seguida por las autoridades mexicanas.

Dejó claro, así mismo, que debe profesionalizarse el salario de los maestros frente a grupo, muy bajos respecto a los de sus similares en países desarrollados con los que los medios de comunicación comparan los niveles educativos, no así los sueldos. Eso lleva a que muchos docentes laboren dobles turnos para completar una remuneración suficiente a las necesidades familiares, incluso uno de los comentarios de asistentes a la conferencia, medio en serio y medio en broma, señaló que parecieran estar destinados a casarse entre docentes, pues sólo así podrían tener una vida digna juntando ambos pagos.

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