lunes, 15 de diciembre de 2008

Al retirarse, un trabajador recibiría sólo 135 mil pesos de su afore como pensión

Para que una persona afiliada a las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afores) pueda vivir dignamente tras su retiro como trabajador en activo por un lapso mínimo de 15 años, esas empresas deben aumentar sus rendimientos actuales en más del 100%, estimó el investigador de la División de Estudios de Posgrado de la Facultad de Contaduría y Administración de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Jorge Cardiel Hurtado, al afirmar que en promedio ofrecen una utilidad real de sólo 2.56%.

De acuerdo a un reportaje aparecido en la edición de enero de 2007 de la Revista Fortuna, firmado por Zósimo Camacho, se hace referencia al estudio del especialista en finanzas “La bursatilización de los fondos depositados en las Afores”, que se incluirá en un libro del autor, donde califica que tras 25 años de trabajo, un futuro pensionado, en el peor de los casos al ganar dos minisalarios promedio durante su etapa laboral, tendrá 135 mil 811 pesos al retirarse, o dicho en otras palabras, recibiría un pago mensual entre mil 392 pesos y mil 163, de acuerdo a la administradora; pero no debe vivir más de 15 años.
Por supuesto que contrasta las míseras ganancias de los trabajadores afiliados al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), con las utilidades de las Afores, cerca de los tres mil millones de pesos anuales, en este sistema ideado durante la administración de Ernesto Zedillo y que ya rebasó la década de operación.
Las proyecciones de Cardiel Hurtado se basaron en tres administradoras representativas que al momento del estudio otorgaban los siguientes rendimientos: Inbursa Básica, con 4.15%; Profuturo, 2.42%; y Santander, 1.58%. A octubre de 2008 los rendimientos no han subido más del 2%, por lo cual no habría mucha variación. Luego definió, de acuerdo a datos oficiales, el porcentaje de los salarios mínimos entre la clase trabajadora, tomando de base dos, seis y 16. Así, refiere el reportaje, tras 25 años de vida laboral, los trabajadores mexicanos con ingresos menores a dos minisalarios, obtendrían 135 mil 811 pesos de estar afiliado a Santander, 150 mil 065 en Profuturo, y 186 mil 348 pesos en Inbursa, que deberán administrar raquíticamente, menos de mil 500 pesos al mes para un periodo de 15 años.
Para quienes ganan seis salarios mínimos, con Santander recibiría 326 mil 681 pesos, con Profuturo 360 mil 969, y con Inbursa 448 mil 243 pesos, lo cual representa que estarían en posibilidad de tener un promedio mensual durante 15 años posteriores al retiro, entre 2 mil 978 pesos y 3 mil 349.
Los más beneficiados, que ganaron un promedio de 16 salarios mínimos, con Santander recibirían 803 mil 857 pesos, con Profuturo 888 mil 227, y con Inbursa Básica un millón 102 mil 980 pesos. Como promedio durante 15 años, les tocaría de 6 mil 886 pesos a 8 mil 241 pesos mensuales, según la afore.
Pero si los que recién se pensionen quieren obtener el pago correspondiente a los minisalarios en su trabajo activo, en el caso de los de dos, con su aportación vía afore, sólo estarían en posibilidad de recibirlo por un lapso de 24 meses (Santander), 27 con Profuturo, y 44 si escogieron a Inbursa. Luego ya no tendrían nada.
En el caso de los de seis salarios mínimos, 17, 21 y 27 meses, de acuerdo al orden de las administradoras, mientras los de 16 mini percepciones, 17, 19 y 25 meses, respectivamente, para obtener su sueldo real de cuando eran empleados. Y después, nada porque se pulverizaría, o sea ni dos años vivirían con su mismo nivel de vida laboral.
Entonces, esas administradoras, señala el texto de la Revista Fortuna, deben ofrecer una tasa de rendimiento de al menos 8.85% a aquellos que ganan dos salarios mínimos; 9.76% a los de seis, y 10.09% a los de 16, situación complicada debido a la ineficacia del gobierno federal por regularlas, aunado al sistema económico que tampoco permite un crecimiento sostenido y real.
En el estudio, Cardiel Hurtado asienta que “a la luz de los resultados se podría pensar que el incremento requerido en la tasa para poder ofrecer una pensión equivalente al último salario devengado por el trabajador al pensionarse, no es tan significativo; pero recordemos que la tasa que estamos empleando es tasa real, es decir, después de comisiones y descontando inflación.
“Si consideramos, por ejemplo, una inflación de 3 por ciento y comisiones promedio de 2 por ciento, las tasas nominales necesarias se elevarían en ese 5 por ciento, quedando en 13.5, 14.76 y 15.09 por ciento, valores difíciles de concebir en el entorno financiero actual, cuando los Cetes se encuentran en valores cercanos al 7 por ciento”, refiere en relación a las tres administradoras utilizadas en su investigación.
Agrega: “La Consar les ha permitido mantener comisiones excesivamente altas, además de que ha tolerado que cobren prácticamente por cualquier concepto: por moverse de una afore a otra o por pedir un estado de cuenta. La regulación es totalmente laxa. No hay muchos candados. Y tenemos que desde su creación y hasta 2005 las Administradoras habían obtenido utilidades por más de 24 mil millones de pesos”, se cita el estudio de Jorge Cardiel.
Y recrimina los altos intereses de estas empresas, las únicas que ganan con el nuevo sistema de ahorro a una década de su surgimiento. “Tienen utilidades que en ningún otro país se les permite. Es correcto que cobren por el servicio que prestan; pero la autoridad debe normar sus ganancias”.
Todavía más, advierte que con este Sistema de Ahorro para el Retiro, no se resolverá el problema de las pensiones en nuestro país, y al contrario, se estaría abonando a una crisis de proporciones “aún mayores” que la de 1994-95, pues correspondería al Estado Mexicano garantizar una pensión equivalente a un salario mínimo, con recursos públicos porque el pago de las afores sería insuficiente.
Entre el gobierno y las compañías deben aumentar los rendimientos para el trabajador, “pues a él ya se le pidió mucho, ya se le exigió que se ampliaran los años de trabajo y aceptó. Qué más puede dar que no sea más trabajo y años de actividad. De no hacer algo, el tamaño de la crisis será enorme; los pasivos de las pensiones ya significan 1.5 veces el Producto Interno Bruto. No sé de dónde va a salir para pagarlas”, sostiene el especialista de la UNAM al periodista Zósimo Camacho.
Se suma la situación demográfica en México, porque a partir del año 2015 habrá la mayor cantidad de personas demandando su jubilación y pensión en la historia del país, así como el aumento en el número de años-vida, que pasaría de alrededor de ocho años después del retiro, hace décadas, a un promedio de 15 a 25 años más, con la problemática ya expuesta líneas arriba.

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