Tiripetío, pese a represión, sigue en pie de lucha

Osvaldo García Salazar

Luego de la represión sufrida el 27 de noviembre anterior en la carretera Morelia-Pátzcuaro, donde 139 normalistas rurales fueron detenidos y golpeados, alumnos de la Rural “Vasco de Quiroga” de Tiripetío acudieron a la movilización de la Sección XVIII del SNTE el viernes 5 en la capital michoacana, para demostrar la fuerza del movimiento social en el estado, y que siguen firmes en la lucha contra la desaparición de sus escuelas, estableció Osvaldo García Salazar.

Del total de detenidos el último jueves de noviembre, 130 fueron mujeres, golpeadas, hacinadas en Barandilla de Seguridad Pública estatal, sin recibir alimentación las primeras horas, ni visitas de abogados o amigos, además de ser manoseadas sexualmente, según comentaron y se difundió en este medio la semana pasada, quienes salieron libres la madrugada del 29 de noviembre al no comprobarles delito alguno.

En tanto, los nueve restantes, varones, siete de la normal de Tiripetío, y dos de la de Tenería, México, y de San Marcos, Zacatecas, consignados por delitos de robo, lesiones, daño a las cosas, motín, desobediencia y resistencia a particulares, llevados incluso al Centro de Readaptación Social (Cereso) “David Franco Rodríguez”, de Morelia, obtuvieron su libertad pasadas las 2:30 de la mañana del lunes 1º. de diciembre, tras pagar fianza conjunta de 800 mil pesos, aunque sigue abierto el proceso y cada semana deberán acudir a firmar mientras no se dicte sentencia definitiva.

Para la fianza, los propios normalistas pidieron un préstamo que pagarán con una parte del monto recibido por concepto de alimentación diaria en sus planteles, e igual cooperó la Sección XVIII del SNTE, salido de varios de sus integrantes, así como organizaciones de la Asociación de Trabajadores del Estado de Michoacán (ATEM).

Con esa represión, expresó García Salazar, estudiante de Tiripetío, el gobierno quiso intimidar a la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM), donde están aglutinadas las 17 rurales del país, incluyendo a la de El Mexe, Hidalgo, prácticamente desaparecida., y al movimiento social en general.

“Sin embargo, le demostramos al Estado que en Michoacán el movimiento social tiene una solidez política tan grande que permite aguantar estas represiones, y que a pesar de eso tenemos la capacidad de organizarnos y estar presentes en esta marcha masiva, y demostramos que no permitiremos más atropellos de este gobierno, y que le quede claro al gobierno del estado, la Alianza por la Calidad de la Educación no pasará, tampoco permitiremos el cierre de las normales oficiales, de esto nos vamos a encargar y a luchar hasta el final”, sostuvo en el mitin en la avenida Madero el pasado 5 de diciembre, mientras finalizaba con la consigna: “Las normales rurales, las quieren desaparecer, nosotros con lucha y sangre, las vamos a defender”.

Las instituciones rurales en México actualmente, son: Mactumactzá, Chiapas (mixta); El Quinto, Sonora (varonil); Saucillo, Chihuahua (femenil); Aguilera, Durango (varonil); San Marcos, Zacatecas (mixta); Atequiza, Jalisco (mixta); Cañada Honda, Aguascalientes (femenil); Tiripetío, Michoacán (varonil); Panotla, Tlaxcala (femenil); Teteles, Puebla (femenil); Hecelchakan, Campeche (mixta); Ayotzinapa, Guerrero (varonil); Tamazulapan, Oaxaca (femenil); Tenería, México (varonil); Amilcingo, Morelos (femenil), y El Cedral, San Luis Potosí (varonil).

De ellas, la hidalguense “Luis Villarreal” de El Mexe, vio pasar a su última generación, de 75 nuevos maestros, el pasado 6 de julio. Se convertirá en instituto técnico, y en enero de 2000 vivió un proceso represivo por la disminución de su matrícula, con golpes y detenciones por parte de policías a alumnos y padres de familia que se habían posesionado de las instalaciones, lo cual ocurrió el 19 de febrero de ese año.

Otra rural con problemas es la de Mactumactzá, Chiapas, donde en el actual ciclo escolar, iniciado el 18 de agosto anterior, ya no hubo inscripciones de nuevo ingreso, y desapareció el mecanismo de internado, por medio del cual se le paga cierta cantidad económica a los estudiantes, quienes permanecen en la institución de lunes a viernes, y les sirve para su comida, principalmente, pues duermen en los espacios destinados a tal fin.

Ahí se redujo la matrícula estudiantil, de 527 a 239 en los últimos cuatro años, y obviamente su presupuesto; los normalistas protestaron, tomaron la escuela junto a padres de familia, y fueron desalojados de forma violenta el 6 de agosto de 2003, deteniendo a 186 personas, incluyendo mujeres y niños, durante el gobierno de Pablo Salazar Mendiguchía. También va camino a convertirse en escuela técnica.

Otras represiones a normalistas rurales ocurrieron el año pasado contra los de Ayotzinapa, Guerrero, primero el 14 de noviembre en la sede del legislativo local en Chilpancingo, y después desalojados de la toma que mantenían de la Caseta La Venta, en la Autopista del Sol, el 30 de noviembre de 2007; hubo esa ocasión 60 aprehendidos por la Policía Federal Preventiva (PFP), que salieron libres a los tres días. Se manifestaban, con el apoyo de la FECSM, contra el propósito del gobernador perredista Zeferino Torreblanca, de desaparecer la Licenciatura en Educación Primaria, el sistema de internado, y la plaza automática a egresados.

Miembros de la rural de Atequiza, Jalisco, fueron reprimidos y detenidos el 13 de junio último, cuando marchaban inconformes por la amenaza gubernamental de no darles plaza al momento de terminar sus estudios.

Como se ve, no son aislados los casos y está latente el interés gubernamental de reprimir a los estudiantes de tales planteles, quienes sólo exigen sus derechos a recibir educación, pues si no existiera el sistema de internado muchos jóvenes quedarían sin instrucción profesional, y a trabajar tras finalizar la preparación docente. Aunado al anuncio de la cacique del SNTE Elba Esther Gordillo, de desaparecer las normales y crear en su lugar institutos técnicos o de enseñanza de turismo, como se observa en El Mexe, y Mactumactzá.