Cartas a quien pretende enseñar

José de Jesús Valdovinos Capistran

La Sección XVIII del SNTE en Michoacán, hace unos dos años publicó dos antologías para el maestro, las que distribuye entre sus agremiados de manera gratuita, para su formación. Pues en la Maestría en Educación, campo Práctica Docente, que elaboramos en la UPN Zamora hace como unos 13 años, las utilizamos en nuestros seminarios.

Hoy les voy a comentar  de la antología Fundamentos de la escuela del trabajo, el otro libro que me hacía falta (ya comenté los de el nombre que le da título a la antología, de Pistrak, y el del Movimiento de los Sin Tierra), el de Cartas a quien pretende enseñar, de Paulo Freire.

El libro tiene una introducción, unas primeras palabras (Maestra tía: la trampa), unas últimas (saber y crecer, todo que ver) y 10 cartas: 1.- Enseñar-aprender. Lectura del mundo-lectura de la palabra; 2.- No permita que el miedo a la dificultad lo paralice; 3.- Vine a hacer el curso de magisterio, porque no tuve otra posibilidad; 4.- De las cualidades indispensables para el mejor desempeño de las maestras y los maestros progresistas; 5.- Primer día de clase.

La 6, de las relaciones entre la educadora y los educandos, la 7 de hablar al educando a hablarle a él de él, de oír al educando a ser oído por él; la 8, Identidad cultural y educación; la 9 contexto concreto-contexto teórico, y la 10, una vez más, la cuestión de la disciplina.

En la Maestra tía, hace referencia al hecho de que el profesor (a) tiene una función, pero debe amar a su profesión, a pesar de la propaganda en contrario, a pesar de que somos los relegados de la globalización y la política educativa, de que los salarios son intolerablemente bajos y malos, de que la calidad de vida anda por los suelos, de que la autoestima nos la quieren desaparecer, de que la valoración social ya casi no quieren que exista, de que las condiciones de enseñanza sean cada día peores, de que las oportunidades de formación las quieren desaparecer para crear escuelas de turismo para guiar gringos, como dijo la Chucky Elba Esther, de que no hay motivación para los aspirantes, porque no hay plazas, pérdida de identidad, huelgas y paros provocadas por el gobierno en el poder, los maestros percibidas como problema, cuando antes eran parte de la solución, etc.

La tarea del docente, que también es aprendiz, es placentera y exigente, exige seriedad, preparación científica, preparación física, emocional, afectiva. Es imposible enseñar sin la valentía de los que insisten mil veces antes de desistir, sin la capacidad de amar. 

Testimonia a sus alumnos y a las familias, el rechazar sin arrogancia, pero con dignidad y energía, el arbitrio y el todopoderosísmo, y ese autoritarismo de los administradores educativos.

Dice que ¿cómo esperar de los autoritarios la aceptación de aprender con los otros, de tolerar a los diferentes, de vivir en la paciencia y en la impaciencia?

La 1ª. carta, enseñar-aprender. Lectura del mundo-lectura de la palabra, el enseñar y el aprender se van dando de manera tal que juntos, profesor y alumnos, aprenden, descubren dudas, aciertos y errores. Un educador humilde y abierto dispuesto  a repensar lo pensado.

Hay que prepararse, capacitarse, siempre, analizando críticamente su práctica docente. Hay que estudiar, hay que leer el mundo, hay que observarlo y actuar en él.

Estudiar es desocultar, es alcanzar la comprensión más exacta del objeto, es percibir sus relaciones con los otros objetos.       

Enseñar no es transferir conocimientos, sino requiere una forma crítica de comprender el mundo, leer, leer, leer.

La 2ª. carta, no permita que el miedo a la dificultad lo paralice, cuando se estudia y no se entiende lo que se lee, hay que estudiar el miedo a no entender y sabiendo cómo es enfrentarlo y vencerlo, no retroceder ante los obstáculos del aprendizaje, sino perseverar hasta alcanzar la victoria del saber.

La 3ª. carta, de vine a hacer el curso de magisterio porque no tuve otra posibilidad, nos muestra que podemos contribuir con nuestra responsabilidad, preparación científica y gusto por la enseñanza con nuestra seriedad y testimonio de lucha contra las injusticias, a que los educandos se vayan transformando en el mundo.

La tarea es muy importante en lo social y político, es digna y hay que luchar por el salario y la falta de respeto en la tarea fundamental formar personas. La lucha política es indispensable. 

Luchar por la escuela pública y eficaz, democrática y alegre con sus maestras bien pagadas.

La 4ª. carta se refiere a las cualidades indispensables para el mejor desempeño de la (os) maestras (os) progresistas. Humildad, exige valentía, confianza en nosotros mismos, respeto. Nadie lo sabe todo, la soberbia es lo peor, también el autoritarismo.

Amorosidad, rebelarse ante las injusticias, ante los bajos salarios; la participación en manifestaciones de protesta. Un amor luchador, denunciador.

Valentía, de luchar, defender los sueños, políticos y pedagógicos. Tolerancia, convivir con lo que es diferente. La decisión, la seguridad, paciencia, alegría de vivir.

La 5ª. es lo del primer día de clase. No se posee la verdad pero se avanza en un diálogo crítico con la práctica y la teoría. Aunque hay inseguridades, timidez o inhibiciones, hay que exponerse, el que no nada no cruza el mar; debe estar al pendiente de los gustos de la clase, de los valores, el lenguaje, la prosodia, para formar su identidad cultural, la sensibilidad.

La 6ª. describe las relaciones entre la educadora y los educandos, para la enseñanza, el aprendizaje, el proceso de conocer-enseñar, de la autoridad, de la libertad, de la lectura, de las virtudes, de la identidad cultural, del respeto a ella. Es más importante el hacer que el decir, de su crítica al sistema que sirve para el 20% y los demás sobramos.

La 7ª. explica lo de hablarle al educando a hablarle a él y con él; de oír al educado a ser oído por él. La educación es un acto político, su no neutralidad exige que se asuma la identidad política y se viva coherentemente con ella, en la democracia participativa, no simple permisividad para formar adaptados al sistema.

Cambiar radicalmente las estructuras de la sociedad, reorientar la política de la producción y del desarrollo, abolir las ganancias indebidas e inmorales de los todopoderosos, trabajar esos gustos democráticos y esas ganancias éticas, evitar los abusos del poder.

La 8ª. identidad cultural y educación, somos la relación dinámica entre lo que heredamos y lo que adquirimos, lo que nos hace diferentes en el contexto mundial.

La 9ª. contexto concreto-contexto teórico, ver la relación entre uno y otro, es una condición de la vida, para ganar conciencia del propio hacer en el mundo. Actuamos con los saberes, luego hay que pensar la práctica y reflexionar críticamente.

 Y la 10ª., una vez más, la cuestión de la disciplina intelectual que deben construir los educandos, para crear el trabajo intelectual, analizar los hechos, establecer relaciones entre ellos. No hay libertad en el inmovilismo donde la autoridad impone su vountad, sus preferencias. Es necesario que la libertad no sólo tenga derecho a decir no, sino que lo ejerza frente a lo que se le propone como la verdad. Tenemos la responsabilidad política, social, ética, estética, científica.