martes, 21 de octubre de 2008

En Marcha


Reyna Piña Rosales

Las autoridades del sistema financiero mexicano y del sector público están decididas a impulsar una cruzada contra la delincuencia que afecta a los usuarios de los servicios financieros por delitos de suplantación de identidad.

Se llama robo de identidad cuando una persona solicita en nombre de otra, una tercera persona, todo tipo de crédito, así como realizar operaciones de cobro de recursos, sean sin ahorros o pólizas sin que la persona afectada tenga conocimiento de ello.

El robo de identidad es un fenómeno ligado a la ciber-delincuencia, aunque tampoco está tipificado del todo, porque tiene diversas variantes: puede suceder por medio de internet, pero también a través de la banca electrónica por teléfono e incluso incurrir en la falsificación de documentos de identificación oficial (credenciales de elector apócrifas) para operar fraudes.

Esta actividad ilícita comenzó en los países más desarrollados, sobre todo ligados a  operaciones electrónicas  y de internet, y poco a poco se fue globalizando iniciándose en los países donde los marcos jurídicos enfrentan enormes lagunas legales por contrarrestar y castigar las nuevas modalidades delincuenciales ligadas con el ámbito financiero, tales como: Phishing, clonación de tarjetas; sustracción de códigos y contraseñas en los cajeros automáticos; y fraudes por banca electrónica.

Mientras nuestros legisladores no actúen con celeridad en el tema de los nuevos delitos financieros estamos absolutamente desprotegidos ante delincuentes cuyas armas son la elaboración de un software para obtener información, la sustracción de base de datos, la manipulación de la información, contar con el auxilio de hackers y hasta el simple uso de un teléfono celular.

Parece una película de ciencia ficción, empero, es mejor que lo tomemos en serio con las precauciones necesarias para evitar el robo de identidad.
Los delincuentes adoptan la identidad de una persona como pudiera ser su nombre, fecha de nacimiento, dirección, números de licencia y de seguridad social (para cobrar pensiones), números de tarjeta de crédito y de cuentas bancarias, nombres de usuario y contraseñas.

Los tipos más comunes de robo de identidad son:

a) Financiero, que consiste en la utilización de la información de una persona para solicitar tarjetas de  crédito, préstamos, adquirir bienes, contratar servicios o para alquilar propiedades.

b) Penal, por medio del cual el delincuente utiliza la información y la identidad falsa de un individuo para defraudar a terceras personas.

c) Negocios o comercial, el cual consiste en que el delincuente solicita tarjetas de crédito, efectúa transferencias electrónicas de fondos o utiliza las cuentas bancarias y de cheques a nombre de una compañía.

Existen pasos simples que las personas pueden seguir para ayudar a prevenir el acceso no autorizado a su información y finanzas.

1.- Las personas que les han robado y utilizado su identidad, no lo han descubierto hasta  la  próxima vez en que abrieron una cuenta de crédito, solicitaron un préstamo para el hogar o iniciaron otra transacción normal. Por esa razón, el Buró de Crédito lanzó un servicio de información permanente al cliente para que conozca en tiempo real los movimientos de su historial crediticio. El servicio cuesta 120 pesos  más IVA al año.

2.- El robo de identidad  sucede también por el Phishing. Los actores duplican un sitio web y envían correos electrónicos pidiendo que el cliente existente vuelva a solicitar o suministrar información de seguridad. Así la información permite robar identidad del consumidor, tener acceso a fondos bancarios o solicitar préstamos fraudulentos.
Es pertinente ignorar y borrar inmediatamente cualquier notación que provenga -aparentemente-, de una institución bancaria solicitando la actualización de datos personales.   NO LO HAGA. Ignore cualquier correo de premios, herencias, rifas o donaciones. Tampoco proporcione información de usted o de su familia por vía telefónica, aunque le digan que se acaba de ganar la lotería. 

3.- Otra forma de sustraer la identidad es mediante el número del IMSS o de la Seguridad Social, si usted es ahorrador voluntario.

El fraude de seguro social ocurre cuando alguien obtiene acceso a un número de seguridad social y lo utiliza, junto con otra información obtenida, para cometer fraude o robo de identidad. Se puede utilizar la información de personas fallecidas o jubiladas.

¿Se siente vulnerable? Entonces cuide y procure por su entorno, no deje información personal de usted con datos financieros regados por la oficina, ni desordenados en su casa.
En su entorno familiar cercano vigile a sus hijos con el internet, algunos sitios piden una tarjeta de crédito para permitir el acceso, muchos adolescentes caen en la tentación de sustraer la tarjeta de su padre o madre.

Lo mismo sucede con servicios contratados vía telefónica, no siempre del otro lado del teléfono, el proveedor del servicio pide hablar con el titular de la cuenta. Si la información que contiene la tarjeta la copiara otra persona, y usted lo ignorara hasta recibir el estado de cuenta.   Por favor, tome precauciones para evitar el robo de identidad. Si usted es ordenado y guarda en su casa vouchers y estados de cuenta, enciérrelos en un lugar seguro; no los deje en su oficina. En caso de no hacerlo, entonces destrúyalos.

Cuide su correo, el de internet, pero fundamentalmente el domiciliado. No lo envíe a la oficina, es mejor a su casa. Recuerde no dejar por todos lados y a la vista de extraños información de estados de cuenta, fichas de pago, deudas o solicitudes. Asimismo evite caer en la trampa de mensajes de su banco en su correo electrónico solicitando actualización de datos. ES FALSO. Tome en cuenta estas medidas contra la ciber-delincuencia, por favor.

Medidas contra la crisis

Las cinco medidas contra la crisis, anunciadas por el presidente Calderón, son una muestra muy clara de la profundidad del daño que nos puede hacer el estancamiento de la economía de los Estados Unidos. Desde hace varias semanas se nos veía venir un fuerte rebote, debido a la gran dependencia que se sigue observando en nuestra economía y comercio, situación a la que no se quiso poner atención por parte de las autoridades financieras quienes subestimaron erróneamente su alcance. La equivocación nos va a resultar costosa.

¿Se podrán revertir los efectos de la crisis? No necesariamente, todo dependerá del acierto con que se emprenda el plan anticrisis y la seriedad con que se apliquen las medidas anunciadas. Por lo pronto vale la pena hacer un análisis de las cinco medidas propuestas y el impacto real que puede tener en nuestra vida cotidiana. 

UNO. "Ampliar el gasto público particularmente en materia de infraestructura para estimular el crecimiento".  
El gobierno asume bien que el gasto público en materia de infraestructura y, en general la industria de la construcción tiene un efecto multiplicador positivo en la economía nacional, particularmente en las regiones en las que se vayan aplicar algunas decisiones. Es muy obvio que no ha habido un plan general para proveer de infraestructura a los estados más necesitados y que estas decisiones responden más a la coyuntura que a la visión presidencial de detonar el desarrollo de los estados de la República.
Por lo menos a Michoacán no le ha ido muy, pero muy bien con su Presidente michoacano. Es más podemos decir que le ha ido muy mal. Y si analizamos la caída del empleo, de la inversión, del turismo, de las exportaciones y de las remesas, habrá que anticipar que éste será un fin de año muy triste para el estado.

DOS. "Buscar cambiar las reglas en el ejercicio de ese gasto en infraestructura por parte del sector público, para poder agilizar su ejercicio".    
Hay en esta medida un reconocimiento puntual y doloroso de un subejercicio del gasto en varias dependencias. Por ineficiencia o por exceso de regulación, pero es un hecho conocido que hay dependencias incapaces de ejercer el gasto que se les asigna. Esto es en un país donde se requiere un ejercicio eficiente del gasto ante tanta pobreza, es una ofensa.

TRES. "El inicio de la construcción de una nueva refinería en el país".
Bueno, la crisis de Estados Unidos, por lo menos obligó a reconocer que podemos refinar nuestro petróleo, a diferencia de lo que se ha venido diciendo para justificar la Reforma Energética. Tuvo que venir una crisis provocada por los especuladores internacionales para darle una respuesta a tanto debate sobre nuestras posibilidades en materia energética. Por lo demás, a diferencia de otros proyectos de infraestructura, la construcción de refinerías no necesariamente genera un gran efecto multiplicador sobre las zonas en las que se construye. Los contratistas y los proveedores son muy especializados y los proyectos son más a largo plazo.

CUATRO. "El lanzamiento de un programa extraordinario de apoyo a las pequeñas y medianas empresas en México".
Vale la pena ver qué quiere decir el gobierno con este tema, porque todos los días se anuncia que hay grandes apoyos para las pequeñas y medianas empresas y que van a salir adelante, pero la verdad no sabemos bien lo que está pasando y a dónde van tantos recursos destinados para este rubro.
Quiere decir entonces que los programas actuales no funcionan o son insuficientes. Lo cierto es que las pequeñas y medianas empresas, lo que necesitan es que no les cargue tanto la mano Hacienda para crecer  y generar más empleos.

CINCO. "Un nuevo programa de desregulación y desgravación arancelaria para hacer más competitivo el aparato productivo nacional".
Es una lástima que el gobierno federal se haya esperado hasta que reventó la crisis en Estados Unidos para promover medidas de regulación, que se refieren a facilitar el clima de negocios y a generar mayor competitividad de nuestras empresas, tanto las que ya existen como a las nuevas oportunidades de inversión.

Sin embargo nuevamente el argumento es que al aparato productivo del país le vendría mejor tener un contexto de impuestos menos enfocado a los contribuyentes cautivos, como el famoso IETU, que trae locos  a los que sí pagan impuestos, porque a los piratas les hace los mandados.

Por lo que se refiere a competitividad, se requiere que a las empresas no les suban el precio de los combustibles cada mes y las tarifas de los servicios públicos como la luz, el agua o los impuestos locales a cada rato.

Algo hay que reconocer, esta vez la crisis no será tan severa porque las finanzas públicas están fuertes. Es decir, nos han apretado mucho tiempo para poder resistir lo que viene. Hoy tiene sentido, en la visión de los magos de la economía, la restricción monetaria, las políticas dedicadas exclusivamente al combate de la inflación, el aumento sustantivo de las reservas internacionales y otras medidas que han caracterizado las políticas de los últimos años.

A raíz de todos estos esfuerzos, el gobierno tiene dinero para gastar en la estabilización del mercado de divisas e impedir que se aumente el precio del dólar, pero, así se va a esfumar el sacrificio económico de los últimos 14 años en el país, lo cual  no resulta justo, ni políticamente correcto, ni económicamente acertado.

A ver si no les truena. Hace unos meses, cuando percibió una gran escalada de precios, el presidente dijo que se iban a congelar los precios de 150 artículos de consumo básico. Dijo que habría más empleo y que las medidas que acaba de anunciar funcionan. Seguiremos esperando.

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