-139 detenidos, mayoría mujeres, torturados de manera psicológica, y las normalistas golpeadas, hostigadas sexualmente, quienes salieron libres tras estar hacinadas durante más de 24 horas, pese a no comprobárseles ningún delito.
-Nueve varones consignados en el Cereso “David Franco Rodríguez” de Morelia; esperaban sentencia

Gases lacrimógenos lanzados a los normalistas por las fuerzas policiacas en Uruapilla
De manera paradójica, alumnos de la Normal de Tiripetío y otras rurales del país que se alistaban a salir rumbo a Morelia para realizar una marcha en recuerdo de las agresiones sufridas por parte de policías en Michoacán durante los últimos años, fueron otra vez víctimas de la represión gubernamental el jueves 27 de noviembre en las cercanías de la localidad de Uruapilla, con saldo de 139 detenidos, nueve de ellos consignados y recluidos en el Cereso “David Franco Rodríguez”, y 70 lesionados.
Además, los aprehendidos, la mayoría mujeres, recibieron golpes al momento de dicha acción e incluso hostigamiento sexual, mientras a otros, al salir de hospitales de la capital michoacana donde los atendieron médicamente, elementos policiacos que los custodiaban los trasladaron a Barandilla de la Dirección de Seguridad Pública, lugar en el cual retuvieron a todos, y ahí, denunciaron, los torturaron psicológicamente.
Para la madrugada del sábado 29 de noviembre, 130 mujeres normalistas salieron libres tras no acreditar ningún delito, con golpes internos que les afectaron órganos como el hígado y el páncreas, además del daño psicológico, y nueve varones fueron acusados de robo, lesiones, daño a las cosas, motín, desobediencia y resistencia a particulares, delitos por los cuales los consignaron, siendo enviados la tarde de ese mismo día al Centro de Readaptación Social “David Franco Rodríguez” o Mil Cumbres, de Morelia, calificado de mediana seguridad, donde esperarán el término máximo de 72 horas para recibir sentencia.
Los consignados son: Eddy Gámez Mateos, de Quiroga; Adalberto García Ortiz, de Turicato; Rodrigo Talado Rodríguez, de Chilchota; Francisco Calderón Monge, de Erongarícuaro; Leonardo Ortiz Flores, de Paracho; Omar Agustín Vidal, de Morelia; Ernesto Martínez Dorado, de Zacatecas; José Antonio Rodríguez Santos, de Taretan, y Francisco Choca Colín y/o Fernando García Sánchez, del Estado de México.
Horas antes, al filo de la medianoche del viernes 28, autoridades judiciales acudieron a la sede de la Rural “Vasco de Quiroga”, donde estudiantes les entregaron al policía del Grupo de Operaciones Especiales (GOE), Ignacio Gil Gutiérrez, quien se encontraba en buen estado, con lesiones en la cabeza; una patrulla, y 24 armas, retenidos por los jóvenes desde el día del enfrentamiento.
Sin embargo, la procuraduría michoacana abrió una nueva averiguación previa por el delito de “privación ilegal de la libertad”, precisamente por el caso del elemento del GOE.
Aunado a lo anterior, el secretario general de Gobierno Fidel Calderón Torreblanca, en conferencia de prensa previa a la liberación de las féminas y consignación de los hombres, dejó entrever la posibilidad de cerrar la escuela de Tiripetío, una de las 17 instituciones de tipo rural en México. “Es un asunto que se tiene que analizar. Si en vez de generar beneficios para la sociedad se generan problemas, sí es algo que se tiene que valorar”, afirmó.
La del 27 de noviembre fue una brutal represión, un enfrentamiento desleal, coincidieron normalistas y otros testigos presenciales, que también señalan como los iniciadores de la violencia a los elementos del GOE, al lanzarles piedras y posteriormente gases lacrimógenos desde un helicóptero, e incluso disparos de armas de fuego, situación a la cual los jóvenes estudiantes reaccionaron con aventarles objetos. La versión oficial daba cuenta de 42 lesionados de los policías, uno de ellos grave, además de un infartado.
Mientras en las instalaciones de la Normal Rural “Vasco de Quiroga” de Tiripetío, los alumnos retuvieron a una patrulla de la policía estatal -ya habían quemado tres de esas unidades-, y al elemento del GOE Ignacio Gil, así como armas de fuego que lograron arrebatar de las camionetas policiales, y otras más las tiraron en el escenario de la reyerta. Ya en la madrugada del 28 de noviembre, el secretario general de Gobierno Calderón Torreblanca, vía telefónica, rompió la negociación con la comisión de diez normalistas, a la cual amenazó con que “se atuvieran a las consecuencias”.
Apenas el 13 de noviembre anterior, alumnos de Tiripetío que se trasladaban en autobuses que habían tomado horas antes, hacia la ciudad de México para participar en una manifestación nacional, fueron detenidos, bajados de los vehículos y abandonados en grupos de cinco o seis en parajes de la carretera cercana a Maravatío, Michoacán, en plena madrugada. Ese operativo lo encabezó, como el del jueves último, el director de Seguridad Pública del gobierno de Leonel Godoy Rangel, Mario Bautista Ramírez.
La reyerta; iniciaron los policías, dicen normalistas
Poco después de las siete de la mañana del 27 de noviembre, integrantes de la Rural “Vasco de Quiroga” comenzaron con la retención de una veintena de autobuses de diversas líneas que circulaban a la altura de su institución educativa, bajando a pasajeros y llevando los automotores junto con los respectivos choferes, a su plantel, para de ahí trasladarse a la manifestación proyectada para la tarde del mismo día en Morelia. Al poco tiempo llegaron granaderos al mando de Mario Bautista, y hubo un autobús con daños provocados por los jóvenes.
Desde el lunes 24 los normalistas solicitaron a las autoridades estatales les facilitaran autobuses en buen estado para el traslado a la marcha programada tres días después, como lo habían prometido funcionarios a fin de evitar incidentes como el del 13 de noviembre. Sin embargo, les fue negada la petición, y eso orilló a los jóvenes a recurrir al “secuestro” de las unidades de transporte el jueves pasado.
Ya con esos vehículos, los estudiantes en el edificio de la normal rural michoacana, esperaban la hora de la marcha, programada para las 16:00 horas del Centro de Convenciones a Palacio de Gobierno, con el propósito de recordar las represiones que han tenido, como la de agosto de 1998 cuando realizaban la toma de la carretera Morelia-Pátzcuaro a la altura de su escuela, y un vehículo oficial embistió a un grupo de estudiantes, causando la muerte de dos de ellos. Y la de 2002, cuando igual fueron atacados por policías estatales, cuando fungía como secretario de Gobierno el actual mandatario estatal Leonel Godoy.
Ya también estaban ahí concentrados normalistas, la mayoría mujeres, de las rurales de Teteles, Puebla; Panotla, Tlaxcala; Cañada Honda, Aguascalientes; Amilcingo, Morelos; Tamazulapan, Oaxaca; Saucillo, Chihuahua; San Marcos, Zacatecas; Tenería, México, todas adheridas a la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM), y alumnas de una casa del estudiante del Distrito Federal. Todos en apoyo a los de Michoacán.
Instantes después de las 15:00 horas, partieron de la Rural de Tiripetío, distante unos 25 kilómetros de Morelia, con rumbo a la capital michoacana, a bordo de una veintena de autobuses. Los GOE, efectivos ministeriales y de la Policía Federal Preventiva (PFP), instalaron un retén para evitar el paso de los manifestantes, en las cercanías de la comunidad de Uruapilla.
Aproximadamente a las 15:45 horas inició el enfrentamiento donde se encontraban asentados los policías, cuando no fructificó el diálogo para que los normalistas pasaran a Morelia. Llovieron piedras, palos, gases lacrimógenos y balas de fuego; esto último según denunciaron los jóvenes, quienes repelieron la agresión comenzada por los uniformados, y a lo largo de casi una hora lograron quemar tres patrullas. Además, otros vehículos particulares resultaron dañados.
De igual manera, detuvieron a tres granaderos, a la reportera del diario Provincia Katia Lemus, otra camioneta de la policía estatal, y armas de fuego, en la sede de la normal conocida popularmente como Tiry. A dos de los policías, uno con heridas en su cabeza, y a la periodista, los dejaron salir del plantel, quedándose el identificado como Ignacio Gil, con la finalidad de negociar la liberación de sus compañeros, que horas después se supo eran 130, mientras al día siguiente la autoridad judicial reportaba nueve más a dicha cifra.
Osvaldo García Salazar, estudiante de la Normal de Tiripetío, presente en el choque entre policías y normalistas, indicó que al ver el retén policial, integraron una comisión para dialogar con los uniformados, pues su intención era avanzar hacia la ciudad de Morelia donde harían una marcha pacífica hacia Palacio de Gobierno, y luego realizar un mitin político-cultural antes de retirarse a sus respectivos lugares de origen.
“La posición de ellos fue clara desde un principio, porque les pedíamos que crearan una comisión para dialogar, y dijeron, no vamos a formar nada porque no tenemos nada que hablar con ustedes, y ustedes no van a pasar, y háganle como quieran, así nos dijeron”, agregó.
Frente a esa negativa, los jóvenes decidieron avanzar a la capital michoacana, y al poco rato se da la represión. “Los GOES inician la agresión. En ese momento empiezan a aventar piedras e inmediatamente no pasaron más de dos minutos cuando soltaron más de 30 gases, tanto lacrimógenos, pimienta, bombas de humo. A partir de eso empieza un enfrentamiento, un enfrentamiento desleal por supuesto.
“Y posterior a eso inicia el repliegue de nosotros, por el hecho de las armas con que ellos nos atacaban. La cuestión es que las bombas de humo, más que lanzarlas al cielo y que después cayeran en algún lugar, con las bazucas iban apuntando a la gente. Hubo varios compañeros que cayeron cuando los golpearon estas bombas de humo”, afirmó el estudiante a este medio.
Esos momentos fueron aprovechados por los policías, y en autobuses donde iban los miembros del FECSM de otras entidades federativas, bajan a sus ocupantes, la mayoría mujeres normalistas, ya después de haberles aventado gases lacrimógenos, haciéndoles una valla para que no pudieran escapar a los golpes con toletes, tablas y patadas que les propinaron, difundidos por cámaras de televisión en la entidad y a nivel país. Enseguida, las pusieron cuerpo abajo, con manos en sus cabezas.
Más tarde, subieron a los detenidos a camionetas de la policía estatal y a dos unidades, de las mismas donde venían los jóvenes, para conducirlos a la sede de la cárcel preventiva o Barandilla de Seguridad Pública estatal, donde llegaron al filo de las 16:30 horas, y bajaron cerca de 130 jóvenes, tres de ellos varones con el rostro ensangrentado por los golpes.
“El enfrentamiento duró casi una hora, con un saldo de nuestra parte de más de 100 heridos, 10 de ellos graves; una muchacha de Puebla recibió un balazo en la cabeza, que se está debatiendo entre la vida y la muerte”, aseguró García Salazar., por lo que, precisó, “no fue como lo dijeron en los medios, de piedras y palos, hubo balazos porque en el autobús de la línea Purépecha que nosotros íbamos, nos balacearon el autobús; también la camioneta de la escuela tiene dos balazos en el parabrisas, además un helicóptero que desde el aire estaba disparando también, en el que por cierto estaba Mario Bautista”.
Con todo y eso, detalló, en determinado momento logran replegar, con piedras y otros objetos, a los granaderos, y entonces quemaron las tres camionetas de la policía, y una más la llevaron a la escuela, cuando ya decidieron regresar al inmueble de la rural para hacer un recuento de los sucesos y hablar con autoridades acerca de la situación de sus compañeros, pues aparte de los más de cien detenidos, reportaron 70 desaparecidos en esos instantes. Pero ya en su institución sigue el hostigamiento policial, sobre todo desde el helicóptero de Seguridad Pública, con matrícula XE-MOM.
Otro testigo presencial señaló que los elementos policiacos ya llevaban preparada su estrategia de agresión a los alumnos de las distintas rurales del país. “A la altura de Uruapilla hubo una desbandada completa porque los agresores llevaban palos y piedras, de parte de los GOE ya llevaban gente preparada. Empezó la agresión de atrás de los GOE, con palos y piedras, y lo que hicieron los chavos fue defenderse, y en la confrontación que se dio se replegaron los policías y no supieron hacia dónde correr, y echaron las patrullas al lado del camino donde se incendiaron algunas”.
Habló del primer reporte de 70 desaparecidos, pues al ver los disparos de armas de fuego, y de gases lacrimógenos, muchos manifestantes corrieron para evitar la agresión, y varios, sobre todo mujeres, subieron a vehículos que pasaban por el lugar.
“Fue un despliegue enorme, entre 400 y 500 policías, con un helicóptero tirando petardos de arriba para ahuyentar a los estudiantes. Esto no se vale, no es la forma de tratar a la gente, hay varios detenidos, golpeados. Dispararon balas de goma y balas de calibres gruesos; fue un enfrentamiento frente a frente, los jóvenes sin nada, muchos están con fracturas. Esperamos un impacto nacional”, señaló el testimonio, que pidió el anonimato ante el temor de represalias.
Precisamente en el operativo, según cifras oficiales, participaron 350 policías estatales, aparte de los de la PFP, para ser más de 400, incluido el uso del helicóptero.
Ante esa represión, los jóvenes pidieron apoyo a integrantes de la Sección XVIII del SNTE para servir como mediadores y buscar la plática con el secretario general de Gobierno u otro funcionario para destrabar el conflicto. Al respecto, el secretario Técnico A del magisterio michoacano, Jorge Cázares Torres, trató de trasladarse, junto a otros docentes, hacia la Normal Rural después de las cuatro de la tarde al recibir la comunicación de los jóvenes.
Explicó que al llegar a la altura de Cepamisa, en la salida a Pátzcuaro, se toparon con el retén policiaco que les impide el paso más allá. Se esperaron algunos minutos y pudieron constatar que en dos patrullas llevaban detenidos a normalistas; los conducían a Barandilla. Otros policías en sus vehículos trataron de intimidarlos.
Más tarde, optaron por una ruta alterna, llegando a la comunidad tabiquera de Uruapilla -cuyos comuneros son víctimas de la represión policial para que dejen sus tierras a empresarios de Morelia- como a las 17:30 horas, donde ven el sobrevuelo del helicóptero, pues los normalistas ya estaban replegados en la escuela rural.
Hablan con la subsecretaria de Gobernación Susana Esquivel Farías, solicitándole, por petición de los estudiantes, detener el hostigamiento desde el helicóptero, y el retiro de la zona de los policías estatales y federales, lo cual finalmente se consiguió. Otra demanda fue que atendieran en hospitales de Morelia a los jóvenes heridos, pues recibieron reportes de que no querían siquiera recibirlos en algunos nosocomios.
“Llegó después la calma, y la preocupación de saber que el gobierno está en la intención de no permitir la manifestación de los estudiantes y en general de la población, porque también para nosotros es una señal preocupante de que el gobierno empiece a limitar las manifestaciones. Creemos que no es la salida ante una situación difícil que estamos viviendo a nivel país, caracterizada por una fuerte crisis económica y política, otra vez el gobierno se vuelve a equivocar, deben reconocer que no es la alternativa a la inconformidad social que va en aumento, al gobierno le corresponde más bien buscar alternativas de solución a los diferentes problemas que padece la población”, sintetizó Cázares Torres.
Se unen estudiantes
Mientras tanto, poco antes de las cuatro de la tarde en el punto de reunión donde saldría la marcha estudiantil, avenida Camelinas y avenida Ventura Puente, de la capital michoacana, jóvenes de normales oficiales del estado ya se encontraban congregados, y cerraron el paso vehicular de las citadas arterias; también se encontraban miembros de la Organización Campesina, Indígena y Popular (OCIP) “Ricardo Flores Magón”, del Frente Nacional de Lucha por el Socialismo (FNLS). Constantemente recibían reportes de la represión a sus compañeros, y las cifras de detenidos, heridos y desaparecidos variaban.
Así se mantuvieron hasta las 17:30 horas cuando partieron rumbo a Palacio de Gobierno donde harían un mitin, lanzando consignas contra los gobiernos federal y estatal, la llamada Alianza por la Calidad de la Educación (ACE), a la vez de pedir la presentación de los normalistas desaparecidos, y la libertad de los detenidos. Todavía eran confusos los informes de la agresión en las cercanías de Uruapilla.
Arribo de normalistas y organizaciones sociales a Palacio de Gobierno, donde se realizó la primer protesta en demanda de cese de represión y libertad de sus compañeros detenidos,
la noche del jueves 27
A su llegada al centro histórico moreliano, a dos cuadras de Palacio de Gobierno, jóvenes de la Casa del Estudiante “Isaac Arriaga” les manifestaron su apoyo, y es que ya entonces, afuera de la sede oficial, estaban congregados integrantes de la Coordinadora de Universitarios en Lucha (CUL), donde se agrupan la mayoría de albergues estudiantiles de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH); de la Federación de Estudiantes Revolucionarios (FER), y de la Unión de Jóvenes y Estudiantes (UJE). Eran las 18:45 horas, y al poco rato inició el mitin.
También se hicieron presentes algunos maestros de la Sección XVIII del SNTE, encabezados por su líder Artemio Ortiz Hurtado, quien gestionaba la reunión de normalistas con el secretario de Gobierno Fidel Calderón, a petición de los mismos jóvenes. Igual, los sindicalizados auxiliaban en el caso jurídico de los detenidos, 130 según el reporte de ese momento, y en la visita a los hospitales para ver la situación de los heridos, unos 70 de acuerdo a los estudiantes.
Ya en el mitin, a nombre de la UJE, Moctezuma Madrigal subrayó que la agresión a los normalistas deja ver la política represora del gobierno de Leonel Godoy, y del de Felipe Calderón Hinojosa.
“Hoy se han burlado de nosotros, después de que estamos recordando una represión cuando Leonel Godoy era secretario de Gobierno, y ahora como gobernador vuelve a golpearnos, y si nos dejamos en este momento, después van a venir por nosotros, tenemos que luchar de una vez y para siempre por la educación pública, por nuestro proyecto alternativo porque el gobierno no responde a nuestras expectativas como estudiantes”, apuntó.
Reprobó la campaña contra la educación pública, orquestada por medio de la ACE para desaparecer a las escuelas normales en todo México, y en Michoacán con el proyecto de reglamento de condonaciones y los exámenes del Ceneval en la UMSNH, la intención es acabar con la posibilidad de que jóvenes de escasos recursos puedan estudiar los niveles medio superior, y superior.
Otro de los oradores, Jorge Ceja Ramos, de la OCIP “Ricardo Flores Magón”, llamó a construir la unidad y hacer un plan de acción único entre estudiantes, maestros, indígenas, campesinos, contra el gobierno de Godoy Rangel “dizque democrático”.
Mantenían el plantón sobre la avenida Madero, afuera de Palacio de Gobierno, y anunciaron su intención de seguir en el sitio hasta que se diera salida a los detenidos. Otros normalistas, casas del estudiante y maestros se apostaban entonces en inmediaciones de Barandilla, donde ya tenían detenidos a más de 100 alumnos de Tiripetío y otras rurales del país; pero también policías estatales resguardaban el lugar.
Más tarde llegaron informes sobre la situación de los lesionados. En la sede de la Cruz Roja arribaron 18 normalistas, y destacaron el caso de otro de ellos que llegó “muy golpeado de la cara”, que requirió una sutura de 15 puntadas para, enseguida, ser requerido por los policías de la Estatal Preventiva, quienes se lo llevaron detenido a Barandilla.
En el Hospital Civil de Morelia, cuatro jóvenes heridos, dos en el quirófano, operados uno en las vísceras, y otro en el cráneo, y dos más en el área de Urgencias. En el IMSS, atendieron a 30 alumnos, y después los llevaron en calidad de detenidos para declarar, aunque una normalista se quedó en Urgencias, de acuerdo a sus datos. Fueron más de 70 lesionados.
Por su parte, el dirigente de la Sección XVIII Artemio Ortiz, informó que para la medianoche se tenía previsto instalar una mesa de negociación entre diez alumnos de la rural de Tiripetío, y el secViernes 28 noviembre 2008retario de Gobierno Fidel Calderón, en la sede del poder ejecutivo michoacano.
“Todo esto es una agresión que los pseudofuncionarios de la Secretaría de Educación en el Estado están haciendo contra todos estos normalistas. Está muy cruel la confrontación y sobre todo que parte de la misma secretaría de educación”, sostuvo.
Así mismo, estableció que esta represión “no nos va a ayudar a buscar salidas a los conflictos que tenemos en Michoacán y a nivel nacional, y hay una preocupación del movimiento social en el país, estudiantes, de qué está sucediendo en Michoacán”.
Cerca de la medianoche, el gobierno estatal envió un comunicado a redacciones de medios de comunicación, donde califica de actos vandálicos las acciones de los normalistas, que sólo perjudican a las familias de los trabajadores michoacanos “y trastoca al estado de derecho”.
Finaliza el boletín con que el gobierno godoyista, muestra “su disposición al diálogo y a la búsqueda de soluciones a las demandas de los diversos grupos sociales, siempre que sean legítimas y no trasgredan la integridad y derechos de los demás”.
Ya a las 12:30 horas de la madrugada del viernes 28, la decena de normalistas de Tiripetío se presentó en la puerta poniente de Palacio de Gobierno para instalar la mesa de negociación, mientras del lado sur del recinto oficial se mantenía el plantón de estudiantes y maestros. Tras casi 30 minutos de buscar acuerdos, afuera mismo del inmueble, pues los jóvenes no pudieron ingresar a la oficina de la Secretaría de Gobierno, no se llegó a nada concreto.
Primero hablaron con el director de Gobernación Pável Hernández Cadenas, y al filo de la una de la mañana se dio un breve diálogo entre normalistas y Fidel Calderón vía telefónica. Los primeros pidiendo que se resolviera la situación de los más de 130 detenidos, el funcionario solicitando la entrega del policía del GOE, las armas y la unidad policiaca retenidos en Tiripetío, a lo cual accedieron los jóvenes, siempre y cuando se liberara a sus compañeros, rechazado por el encargado de la política interior del estado, quien colgó su teléfono.
“Nuestra postura es clara, no por ser gobierno van a tener ventaja en las negociaciones, les dijimos que tendría que ser una negociación pareja, y que para eso conforme fueran saliendo los detenidos tendrían que ir saliendo también las unidades de las escuelas. La plática con Fidel Calderón fue que si no se entregaban las unidades, simplemente no habría negociación, y que nos atuviéramos a las consecuencias, nos decía de portación de armas exclusivas del ejército, cosa que no nos amedrenta”, asentó Osvaldo García, quien habló directamente con el secretario de Gobierno.
Así mismo, expresó que sus demandas generales son por la entrega de plazas automáticas a egresados de todas las normales públicas de Michoacán, como está comprometido por la autoridad estatal, y que ya registra un avance, al igual que en protesta por la no aplicación de la ACE en la entidad, la cual pretende desaparecer a sus escuelas.
“Hay una gente que su ineptitud en el ámbito educativo la trata de tapar con la represión, el hecho de las manifestaciones no son por capricho, son cuestiones que tenemos que dar a conocer a la sociedad, y en ese sentido están actuando de esa manera y nos queda claro que su coraje hacia las normales es más grande, hablando específicamente de la gente de Secretaría de Educación”, refirió, y aseguró que la intención de fondo con agresiones a normalistas rurales en México, como Mactumaczá, Chiapas; Ayotzinapa, Guerrero; Amilcingo, Morelos, y El Mexe, Hidalgo, ya prácticamente cerrada, y ahora en Tiripetío, es la desaparición de las rurales, como lo dejara entrever el propio Calderón Torreblanca.
Todavía los estudiantes se mantuvieron varios minutos sobre la avenida Madero después de la frustrada mesa de negociación, y antes, a las 11:40 de la noche del jueves, a dos cuadras del plantón, pasaron cuatro camionetas de la Policía Federal Preventiva llenas de uniformados, quienes nada más se dieron la vuelta para irse rumbo al poniente del centro histórico, lo cual fue visto como intimidación.
Otro incidente fue reportado el mismo jueves por el Comité Cerezo México, que envió representantes a revisar la situación de los normalistas. Según el mensaje, al filo de las 11 de la noche habitantes de la tenencia de Tiripetío informaron que varias personas en autos blancos pasaron a decirles que cerraran todos los negocios y no salieran de sus casas porque a las 24:00 horas “los estudiantes de la normal saldrían a secuestrar camiones”. Resultó falso, como el rumor propagado de que iban a entrar granaderos al edificio de la rural a rescatar a su compañero retenido en dicha sede.
Declaraciones de detenidos bajo tortura psicológica
El 28 de noviembre, normalistas, casas del estudiante y otras agrupaciones juveniles, dieron una conferencia de prensa donde el alumno de la rural de Tiripetío Luis Torres Torres dijo que buscarían el diálogo con el gobierno estatal, reiteraba la detención de 130 mujeres en Barandilla, y 70 heridos, ya la mayoría salidos de los hospitales morelianos.
También apuntó que su solicitud al gobierno de Leonel Godoy es la entrega de autobuses en buen estado, pues en ocasiones anteriores los automotores proporcionados los han dejado en el camino por su mala atención mecánica. Con eso, señaló, evitarían la “toma” de autobuses de líneas comerciales.
Por su parte, integrantes del Comité Cerezo México lograron entrar a Barandilla y hablar con los detenidos, 135 registrados, de ellos 129 mujeres, quienes les expresaron que desde su aprehensión y hasta esa entrevista cuando habían transcurrido aproximadamente 22 horas, no recibían ninguna alimentación y las mantenían en un lugar antihigiénico. A los hombres, constataron los visitadores, los vieron muy golpeados, y bajo fuerte hostigamiento y presión psicológica. Todos con temor de ser nuevamente agredidos o torturados.
El mismo Comité Cerezo recibió ahí mismo, un comunicado firmado por las “presas de Barandilla de las diferentes normales rurales y de organizaciones sociales”, que difundió luego mediante un comunicado, donde las jóvenes declaran que autoridades judiciales las hicieron declarar “bajo tortura psicológica”. Además se quejan del trato deplorable, con groserías, sin permitirles, las primeras horas, comunicación con familiares, ni la visita de abogados.
Y sostienen, de acuerdo al comunicado enviado a esta redacción: “Es importante destacar que fuimos detenidas con lujo de violencia, que a algunas de nosotras nos manosearon sexualmente los policías que nos detuvieron y que no se nos presentó un abogado o persona de confianza, que nos dicen que si no nos dejamos fotografiar no nos van a dejar salir, que nos están amenazando por lo que tememos por nuestra integridad física y psicológica.
“Ante esto exigimos el cese al maltrato psicológico del que somos víctimas, exigimos nuestra libertad inmediata ya que ni siquiera nos han explicado por qué nos encontramos detenidas; exigimos que retiren el cerco que impide la salida o entrada a la Normal Rural de Tiripetío y, ante todo, exigimos el alto a las medidas represivas que el gobierno estatal y federal han desatado contra el pueblo”, finaliza el escrito.
En el mismo sentido, y en entrevista con el periódico La Jornada Michoacán ese mismo 27 de noviembre, una de las detenidas identificada como Vanesa López, aseguró que están lesionadas, “pues a todas nos pegaron, todas estamos bien adoloridas, de tantos pinches golpes y todas estamos igual”.

Las mujeres detenidas, en el traslado de Barandilla (donde recibieron maltrato policial) al ministerio público, la tarde del 28 de noviembre. Horas más tarde salieron al no comprobarles delito alguno
Detalló que cuando las bajaron de los autobuses a muchas les pegaron con tablas, palos, “a otras nos arrastraban, muchas compañeras fueron acosadas, manoseadas, les decían insultos a cada rato”.
Por su parte, la agencia de noticias Quadratin reportó que una joven originaria de Guerrero, de nombre Marta, relató vía telefónica el 29 de noviembre, una vez liberadas, que incluso fueron desnudadas previo a rendir su declaración ministerial. “Íbamos en los camiones, nos detuvieron, al bajarnos nos dieron golpes en la cintura, en la cabeza, muchas traemos lesiones físicas, pero también psicológica; todos los policías nos trataron en una forma muy agresiva, nos ofendían con groserías, no nos bajaron de delincuentes, ellos están relatando las cosas como no son, nos desnudaron, nos dejaron en ropa interior antes de pasar a declarar, nos quitaron la ropa, nos obligaron a dar vueltas y no nos dejaron hablar con nadie de nuestras familias ni hacer llamadas”.
Entre tanto, normalistas, casas del estudiante, y adheridos a la Sección XVIII del SNTE, iniciaron pasadas las 14:00 horas del viernes 28 una movilización de la colonia moreliana Xangari, cerca de la salida a Pátzcuaro, por el Libramiento Sur, rumbo a Casa de Gobierno, inmueble resguardado por granaderos. Luego de unos minutos de presencia en ese inmueble, retornaron hacia el mismo libramiento, ahora en marcha a la sede del sindicato magisterial, a unos metros de Barandilla, lugar entonces resguardado por unos 200 policías estatales, a los cuales se sumaron cuando menos 300 elementos de la PFP, pues se rumoraba la visita de los manifestantes a ese sitio “a rescatar a los detenidos”.
El viernes 28, policías de la PFP llegaron a reforzar a los estatales
en oficinas de la procuraduría estatal, donde se encontraban los 139 jóvenes detenidos
Padres de familia de alumnos de Tiripetío, a su vez, tomaron el tramo de la vía libre Pátzcuaro-Uruapan, a la altura del acceso al municipio de Tingambato, en demanda de la libertad de los normalistas detenidos en Barandilla, donde ya rendían declaración ministerial. Estuvieron desde cerca de las dos de la tarde hasta las 15:30 horas, dejando el paso a coches por determinado tiempo. No hubo incidentes, pues el tránsito vehicular fue desviado por la carretera libre, y la movilización fue pacífica.
Posteriormente, al filo de las cuatro de la tarde, los detenidos en Barandilla son trasladados a los separos de la PGJE, y pasadas las 19:30 horas el secretario general de la Sección XVIII, Artemio Ortiz, que seguía de cerca el caso como parte “facilitadora” del diálogo entre normalistas y autoridades, ingresó a la sede ministerial para visitar a los jóvenes detenidos, pero no pudo verlos ante la negativa de autoridades.
Antes, en entrevista, dio a conocer que no ha tenido contacto con el gobernador Leonel Godoy, pero le han hablado a él de Puebla, Oaxaca y Zacatecas, para preguntar por los estudiantes detenidos, originarios de esas entidades.
Como egresado de la Normal Rural “Vasco de Quiroga”, Ortiz Hurtado respaldó la lucha de los alumnos, y se pronunció por apostar a la diplomacia e inteligencia para resolver la situación generada en Uruapilla, y la aprehensión de más de 130 normalistas, la mayoría mujeres.
Entre las líneas de solución, solicitó la liberación de todos los estudiantes, y a partir de ahí trazar una ruta de diálogo, que no se repita la represión, atacando las causas que propiciaron la reacción de los normalistas; que las matriculas ya autorizadas no sean acosadas por los pseudofuncionarios de la Secretaría de Educación en el Estado (SEE), se salde el faltante de recursos comprometidos por autoridades, y se entreguen las órdenes de adscripción a los muchachos.
Ratificó que continuará al lado de los estudiantes, “vamos a seguir siendo gente de la calle, del plantón, del mitin, gente luchadora”.
Ya entrada la noche, se dio la mesa de negociación normalistas-gobierno michoacano, y empezaron a ver la posibilidad de solucionar el conflicto. En tanto, el secretario de Gobierno Fidel Calderón, a las 20:00 horas, notificaba a reporteros que aplicarían “todo el peso de la ley” a los infractores por daños a vehículos, cuyo monto ascendía a 850 mil pesos.
A pregunta expresa entonces contestó que existía la posibilidad de cerrar la Normal de Tiripetío; pero la decisión correspondería a las autoridades educativas y de gobierno en general, incluidas las municipales, “y escuchar a la sociedad a ver qué opinan al respecto”, declaración que provocó rechazo de maestros y alumnos, quienes reafirmaron su compromiso de defender esa escuela.
Cuestionado sobre la responsabilidad de policías estatales al golpear a las jóvenes normalistas detenidas en Uruapilla, como se vio en el operativo y denunciaron ellas mismas, el funcionario aseguró que también serán investigados, aunque hasta ese momento no había noticias de que fueran requeridos para declarar ante el ministerio público.
Ya en los primeros minutos del 29 de noviembre, obtuvieron su libertad las 130 mujeres de distintas normales femeniles del país (Teteles, Cañada Honda, San Marcos, Panotla, Amilcingo, San Marcos, principalmente), de la Casa Nacional del Estudiante del Distrito Federal, y de la ENAH, al no encontrarles elementos de culpabilidad, y aún así estuvieron detenidas más de 24 horas. Antes habían entregado al policía del GOE Ignacio Gil, una camioneta policiaca y armas de fuego, que tenían en la rural de Tiripetío. Los autobuses “secuestrados”, ya habían sido devueltos a sus respectivas empresas.
Seguían nueve normalistas hombres en calidad de consignados en el Cereso “David Franco Rodríguez”, a la espera de que su situación jurídica se resolviera, en un término máximo de 72 horas, a partir del sábado.
Mientras tanto, organizaciones estudiantiles, sociales, de derechos humanos, y la Sección XVIII del SNTE realizaban gestiones para que obtuvieran su libertad antes de ese término, pues los consideraron presos de conciencia, y los trabajadores de la educación anunciaron que mientras no salgan del Cereso Mil Cumbres, mantendrán cerradas las pláticas con autoridades, aunque sin abandonar su plan de acción, el cual considera una marcha en la ciudad de México este martes 2, y otra en Morelia el 5 de diciembre, donde denunciarán la represión a los normalistas rurales del país, y mostrarán su rechazo al posible cierre del plantel de Tiripetío.
El mismo sábado 29, normalistas realizaron volanteos en Morelia, Pátzcuaro, Uruapan y Lázaro Cárdenas, denunciando la represión de la cual fueron objeto por policías estatales y federales. De igual manera, algunas de las jóvenes detenidas se trasladaron a sus lugares de origen como pasajeras en autobuses de líneas comerciales, en gastos sufragados, en parte, por el magisterio michoacano.
Al cierre de esta edición, mediodía del domingo 30 de noviembre, continuaban los trámites para la liberación de los nueve aprehendidos.
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