martes, 24 de marzo de 2009

Daños psicológicos y físicos en mujeres de migrantes

Gustavo López Castro, 
investigador del Colegio de Michoacán

La migración de los hombres deja secuelas en sus esposas en comunidades michoacanas, que ven aumentar su malestar emocional y físico hasta más del doble del promedio nacional, reveló el investigador de El Colegio de Michoacán Gustavo López Castro, en lo que denominó el Síndrome de Penélope.

Explicó que una investigación realizada en localidades rurales del noroeste de nuestra entidad dio como resultado mayor estrés y angustia en mujeres cuyos maridos radican en Estados Unidos, debido a la incertidumbre por desconocer su situación, desde si tienen dinero para comer hasta si ya mantienen otra relación afectiva y sexual con más mujeres. Se suma también con la presión por parte de sus propias familias y las de los cónyuges, “para que se porten decentemente y salvaguarden la honra familiar”.
Y los nuevos roles y responsabilidades para ellas, al asumir la jefatura del hogar, como la educación de los hijos, la administración del dinero, mantenimiento de la casa, la producción agrícola, si tienen parcelas, y la representación en asambleas de la comunidad.
De la angustia y estrés, agregó, se derivan enfermedades, entre éstas hipertensión arterial, lumbalgias, cefaleas, nerviosismo, cambios de carácter, cansancio crónico, migrañas, gastritis y colitis. 
“Por eso no extraña que una cuarta parte haya dicho que padecen colitis, tensión estomacal o insomnio tres o más veces al mes; que 36% sufran gastritis y cefaleas, y 43% tensión muscular y lumbalgias, en el mismo lapso de tiempo”, refirió en un estudio realizado en el año 2006.
“Son mujeres que a veces no tienen qué darle de comer a sus hijos, como cualquier otra de sus comunidades, pero las mujeres con marido en los Estados Unidos tienen un plus respecto al resto; pueden no tener recursos porque su marido todavía no trabaja, o porque ya se consiguió otra mujer, pero a eso se junta no saber del comportamiento de su esposo, no sólo sexual, sino de su situación económica”, sostuvo el especialista en temas de migración.
Respecto a la investigación, realizada en 2006 en la región noroeste michoacana, los datos sobre la ansiedad arrojaron que el promedio, a 2003, a nivel nacional en las mujeres fue de 18.5%, según la Encuesta Nacional de Epidemiología Psiquiátrica (ENEP), mientras a las esposas de migrantes de la zona estudiada ascendió a 31.83%. Con la depresión, el promedio en el país fue de 11.2% al año citado (Encuesta de Salud Emocional en Mujeres de Migrantes), y en las féminas de nuestra entidad objeto de la investigación, se elevó a más del doble, con 28.88%.
Del Síndrome de Penélope, se da en alusión al nombre de la esposa de Odiseo o Ulises, que pasó 20 años fuera de la casa familiar cuando partió a la Guerra de Troya, y su mujer, acosada por varios hombres del reino de Ítaca para desposarla, lo esperó todo ese tiempo, según se narra en la Odisea, de Homero. 

Despoblamiento

Por otro lado, López Castro mencionó que ante el evidente despoblamiento de municipios michoacanos, explicado por la migración, principalmente hacia Estados Unidos, y debido a que allá se encuentran quienes están en edad reproductiva, su repercusión se verá al paso de los siguientes años. 
“La pérdida de población, de todas las edades, compromete el desarrollo regional, de los estados, incluso el desarrollo local”, señaló al externar que también se presenta una tendencia a emigrar de personas de la tercera edad, llamados por sus propios hijos y familiares radicados en territorio estadounidense.
Sin embargo, estableció: “No sabemos qué repercusiones vaya a haber con este despoblamiento, probablemente en la producción agrícola, o lo más probable cambios en la producción agrícola, que se deje de producir maíz en términos importantes y cambiar por productos de exportación o más comerciales, que no son parte del consumo básico de la población, y si eso sucede vamos a tener una mayor dependencia alimentaria de fuera”.

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